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La Casa Voladora de Chetumal (2025): guía práctica para visitarla
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• Tipo: Micro museo familiar en una casa histórica que flotó durante el huracán Janet.
• Ubicación: Calzada Veracruz 30, a una cuadra del Boulevard Bahía, Chetumal.
• Costo: Entrada gratuita con donativo voluntario.
• Actividades: Charla guiada por la familia, fotos, documentos y anécdotas locales.
• Servicios: Espacio pequeño, sin taquilla ni estacionamiento dedicado.
• Valor: Un pedazo auténtico de historia viva y arquitectura anglocaribeña.
La Casa Voladora de Chetumal es esa historia que te cuentan en el malecón y piensas “¿de veras?”; luego la ves, amarilla, de madera, y todo cobra sentido. Es una vivienda anglocaribeña que se hizo famosa porque, durante el huracán Janet, fue arrancada de su base y desplazada con 25 personas refugiadas adentro. Hoy funciona como un pequeño espacio comunitario de memoria: sencillo, directo y, sí, conmovedor.
Si te laten las paradas cortas con contexto histórico y fotos viejas, anótala. La visita toma entre 10 y 20 minutos, es urbana, barata (entrada por donativo) y queda a un paso del Boulevard Bahía, así que la puedes combinar con un paseo por el agua y un raspado. En fin, es de esas cosas pequeñas que cuentan mucho de la ciudad.
- Qué es la Casa Voladora de Chetumal y por qué es famosa
- Dónde está y cómo ubicarla en Chetumal
- Historia breve: huracán Janet y línea de tiempo esencial
- Qué ver durante la visita
- Horarios, costos y política de acceso
- Cómo llegar a La Casa Voladora
- Reglas y buenas prácticas del visitante
- Mejor momento para ir y qué llevar
- Itinerario corto por los alrededores
- Comparativa rápida con experiencias similares
- Fotos de La Casa Voladora de Chetumal
- Videos explicativos sobre la Casa Voladora de Chetumal
- Preguntas frecuentes
- Consejos finales para planificar tu visita a la Casa Voladora de Chetumal
Qué es la Casa Voladora de Chetumal y por qué es famosa
Es una casa de madera histórica que se volvió símbolo de resiliencia tras el huracán Janet. Construida por Salomón Bellos González, la vivienda saltó a la conversación colectiva cuando el ojo del ciclón golpeó Chetumal y la estructura terminó desplazada varios cientos de metros tierra adentro con personas refugiadas. Desde entonces, su apodo —“voladora”— alimenta el orgullo local y una discusión sabrosa sobre lo que realmente pasó.
Hecho histórico y valor simbólico
Lo extraordinario no es solo el movimiento de la casa, sino que nadie salió lesionado. El relato local coincide en dos puntos medulares: 25 ocupantes y un desplazamiento de aproximadamente 300 a 400 metros. Para Chetumal, esta casita resume el día más duro de su historia reciente y recuerda que, aun con viento y agua encima, la comunidad se sostuvo.
Qué la diferencia de otras casas anglocaribeñas
Tiene la misma alma de madera y ventilación cruzada, pero con una épica propia. Hay más casonas de este estilo en la ciudad —muchas preciosas—; la diferencia aquí son los objetos de contexto (hemerografía, fotos, dos ruedas metálicas usadas para regresarla a su sitio) y la narrativa íntima que te dan los anfitriones. No es museo grande: es un testimonio vivo.

Dónde está y cómo ubicarla en Chetumal
Está en México, Quintana Roo, municipio de Othón P. Blanco, en la colonia Barrio Bravo. La dirección más es Calzada Veracruz 30, entre las avenidas Carmen Ochoa de Merino y Othón P. Blanco, a unos 100 metros del Boulevard Bahía. La referencia inmediata es el Parque de los Caimanes; si te pierdes, pregunta por él y te ubican fácil.
Historia breve: huracán Janet y línea de tiempo esencial
La vivienda se construyó en 1951 y el huracán Janet impactó Chetumal el 27 de septiembre de 1955 como categoría 5. El ojo entró por el sur de Quintana Roo con marea de tormenta y ráfagas extremas; en la ciudad hubo destrozos generalizados, árboles arrancados y techumbres volando. En ese contexto, la casa fue desprendida de su base y se movió hacia el interior, hacia la zona de Los Caimanes.
27 de septiembre de 1955: impacto y consecuencias
Viento sostenido, agua desbordada y viviendas de madera a prueba real, no de catálogo. El Janet dejó una estampa dura: calles anegadas, zonas enteras arrasadas y familias refugiadas en lo que encontraron. Chetumal cambió desde entonces su relación con la temporada ciclónica y el diseño de sus casas, y esta vivienda quedó como recordatorio físico.
Versiones sobre el desplazamiento: “voló” vs “flotó”
La versión popular dice que la casa “voló”; otra, más técnica, sostiene que “flotó” o fue arrastrada por el agua. ¿Qué pesa más? Las crónicas de la época y los testimonios vecinales. La estampa de tablas intactas y la ausencia de lesiones entre los 25 refugiados apuntan a un movimiento combinado: marea de tormenta + vientos. En cualquier caso, el traslado documentado de 300–400 metros es el corazón del mito y del dato.
Qué ver durante la visita

Elementos arquitectónicos destacados
Es arquitectura vernácula anglocaribeña con estructura de madera machihembrada y ventilación generosa. Por fuera luce pintura verde y detalles sencillos; por dentro se aprecia la unión de tablas, las ventanas altas y la ligereza del volumen (clave para entender por qué se movió y no se deshizo). Si te gusta la técnica: el machihembrado encaja “macho y hembra” para rigidez sin tanto clavo.
Exhibiciones y objetos relacionados con el Janet
En una o dos salas verás recortes de periódicos, fotografías de época y dos ruedas metálicas usadas para el regreso de la casa. El recorrido es íntimo: los anfitriones cuentan la anécdota con soltura, señalan las marcas en la madera y, si hay calma, muestran documentos que han rescatado del barrio. Es un micro-museo, sin guías pomposos ni vitrinas frías.
Tiempo estimado y flujo sugerido de recorrido
Calcula entre 10 y 20 minutos, con foto exterior al principio o al final. Entra, saluda, escucha la explicación, observa la estructura y remata con un par de tomas de la fachada. Si vas con peques, conviene ir en la mañana por el calor; si vas a grabar, pide permiso y evita saturar el espacio (es casa, no set de filmación).
Horarios, costos y política de acceso
La apertura es comunitaria y puede variar; lo habitual ha sido un rango aproximado de 10:00 a 18:00 y, según temporadas, de jueves a domingo. Es clave confirmar el mismo día con vecinos o comercios cercanos porque los dueños —la familia Bellos Sosa— abren según disponibilidad. En días de lluvia fuerte o mantenimiento, cierran sin mayor trámite.
Donativo y destino de los recursos
La entrada es por aportación voluntaria para mantenimiento y conservación de la madera. Piensa en algo equivalente a “lo que cuesta un café” por persona; ayuda a pintura, insumos contra humedad y pequeñas reparaciones. Lleva efectivo, no manejan terminal.
Aforo y visitas en grupo
El aforo es reducido: grupos pequeños, paso calmado y paciencia si hay gente antes que tú. No hay reservaciones formales. Si vas más de seis, avisa con antelación cuando llegues al barrio para que organicen la entrada por turnos y no se sature.
Cómo llegar a La Casa Voladora
Desde el Boulevard Bahía caminas entre tres y cinco minutos por calles llanas y tranquilas. Si traes bici, llega por el borde del malecón y entra por Calzada Veracruz; amárrala a la vista. El sol pega fuerte al mediodía, así que sombrero y agua nunca sobran. Haz click aquí y Abre el Mapa.
En taxi o auto (rutas y estacionamiento en calle)
Desde el Centro son unos 5–10 minutos en taxi; pide bajar en “Calzada Veracruz 30, entre Othón P. Blanco y Carmen Ochoa de Merino”. La tarifa urbana suele moverse entre 40 y 70 MXN, según tráfico y punto de partida. Si manejas, estaciona en la calle con respeto a cocheras; no hay estacionamiento dedicado ni valet, por supuesto.
Señalización y puntos de referencia útiles
La señalización turística es discreta, así que confía en las referencias de barrio. Busca el Parque de los Caimanes, ubica la Calzada Veracruz y localiza la fachada verde. Si dudas, pregunta en una tienda de la esquina —la gente sabe dónde es—.

Reglas y buenas prácticas del visitante
Fotos del exterior, sin problema; dentro, pregunta y respeta lo que indiquen los anfitriones. No toques recortes, marcos ni las ruedas metálicas; son piezas de memoria. Tripiés y luces grandes distraen: mejor tomas rápidas, luz natural y ya.
Comportamiento en propiedad privada
Estás entrando a una casa, no a un museo estatal, así que modales primero. Saluda, pide permiso para moverte, evita subir a zonas no abiertas y no te sientes en muebles antiguos. Parece obvio, pero ayuda a que siga abierta.
Sostenibilidad y cuidado del patrimonio
No fumes, no rayes, no dejes basura y no fuerces puertas ni ventanas. Es una vivienda de madera antigua, vulnerable a humedad y plagas; el mantenimiento es caro y lo hace la familia con apoyo de donativos. Lo mínimo: cuida lo que ves y deja el sitio mejor de como lo encontraste.
Mejor momento para ir y qué llevar
Mañana y tarde son los mejores horarios por el calor; el mediodía castiga. En temporada de lluvias, monitorea el cielo y ten plan B interior (Museo de la Ciudad). Entre semana suele estar más despejado de gente.
Lleva agua, gorra o sombrero, repelente y efectivo para el donativo. Suena tonto, pero el bloqueador hace diferencia. Si vas a grabar, una batería extra para el celular te salva; no hay enchufes para visitantes.
Itinerario corto por los alrededores
Parque de los Caimanes y Boulevard Bahía
Antes o después, date una vuelta por el Parque de los Caimanes y camina el malecón. Hay bancas, sombra y vistas amplias a la bahía; con luz dorada de tarde, las fotos de la casa salen más bonitas y el paseo se siente redondo.
Museo de la Ciudad y otras paradas cercanas
El Museo de la Ciudad complementa perfecto con contexto amplio, y la Maqueta de Payo Obispo te ubica la antigua traza. Todo queda a distancias cortas. Si te organizas, en dos horas haces el combo: casa, malecón, museo y un jugo en el centro. No olvides que también tienes muy cerca el Museo de la Cultura Maya, El Museo del Mestizaje o La Maqueta de Payo Obispo.
Comparativa rápida con experiencias similares
Casa de la Crónica (Parque de los Caimanes)
También es una casa de madera histórica, pero con enfoque más amplio en memoria urbana. La diferencia es que la Casa Voladora ofrece un hecho puntual vinculado al Janet y piezas originales del retorno (las ruedas), lo que la vuelve más “vivencial” y menos expositiva.
Maqueta de Payo Obispo
La maqueta recrea la ciudad antigua y ayuda a imaginar cómo era el entorno previo al huracán. Sirve para entender la relación con el agua y la lógica de las casas de madera; la Casa Voladora, en cambio, es el objeto real que sobrevivió el siniestro.
Fotos de La Casa Voladora de Chetumal
Videos explicativos sobre la Casa Voladora de Chetumal
Preguntas frecuentes
¿Qué es la Casa Voladora de Chetumal?
Es una vivienda anglocaribeña de madera famosa porque durante el huracán Janet fue desplazada entera con 25 personas dentro. Hoy funciona como pequeño espacio comunitario con fotos, recortes y objetos del episodio.
¿Dónde está exactamente y cómo llegar sin tour?
En Calzada Veracruz 30, Barrio Bravo, entre Othón P. Blanco y Carmen Ochoa de Merino, a ~100 m del Boulevard Bahía. Camina desde el malecón o toma taxi desde el Centro; pídele al chofer esa referencia tal cual.
¿Cuánto cuesta la entrada a la Casa Voladora de Chetumal?
No hay tarifa fija; se pide donativo voluntario para mantenimiento. Lleva efectivo y aporta lo que consideres justo.
¿Cuáles son los horarios actuales de la Casa Voladora de Chetumal?
Han comunicado aperturas alrededor de 10:00–18:00 y, en algunas etapas, de jueves a domingo. Verifica el mismo día con vecinos o comercios cercanos, porque puede cambiar según disponibilidad y clima.
¿Se necesita reservación o se puede llegar directo?
Llega directo cuando veas abierto; no manejan reservaciones formales. Si son más de seis, coordina al llegar para entrar por turnos.
¿Cuánto tiempo toma la visita?
Entre 10 y 20 minutos, dependiendo de cuánta explicación te toque. Es compacta y al grano.
¿Se pueden tomar fotos dentro de la Casa Voladora de Chetumal?
Exterior sí; interior, según indicación de los anfitriones. Pregunta antes y evita tocar piezas.
¿Es apta para ir con niños o personas mayores?
Sí, por ser breve y urbana, pero considera calor y algunos escalones. Lleva agua y avanza sin prisa.
¿Es seguro el barrio y qué precauciones tomar?
Zona urbana tranquila; aplica sentido común. Evita objetos llamativos, estaciona bien y mantén tus cosas a la vista. Nada extraordinario.
¿Qué otras atracciones cercanas puedo combinar en el mismo día?
Parque de los Caimanes, Boulevard Bahía, Museo de la Ciudad y la Maqueta de Payo Obispo. Todo queda a distancias cortas.
Consejos finales para planificar tu visita a la Casa Voladora de Chetumal
Verifica tres cosas antes de salir: apertura del día, clima y efectivo en la cartera. Con eso resuelto, solo llega con actitud respetuosa y curiosidad. La Casa Voladora es la huella tangible del Janet en Chetumal: una vivienda anglocaribeña que se movió entera y hoy guarda memoria en voz baja. Visitarla completa cualquier paseo por el malecón; deja un donativo, toma una foto discreta y sigue caminando junto a la bahía.
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